Las panaderas. Un oficio femenino tradicional en la Almansa del Antiguo Régimen

En siglos anteriores, y hasta hace poco tiempo, el alimento básico de las clases populares era el pan, a base de harina de trigo, o en caso de escasez con cebada o centeno. El cereal se almacenaba en el pósito, institución de beneficencia encargada de almacenarlo en tiempo de bonanza para distribuirlo bajo préstamo en momentos de carestía. En Almansa se hallaba en lo que hoy es la Casa de Cultura.

De la elaboración del pan se encargaban las panaderas, que acudían al pósito a recoger y pagar el trigo para después molerlo. Con la harina resultante, ya en casa, estas mujeres elaboraban y cocían las hogazas, cuyo peso y precio final se fijaba por las autoridades municipales. Lógicamente, resultaba imprescindible llevar un registro de las cantidades de trigo entregadas por el pósito, y de las personas que lo recibían. Se conservan listas de panaderas de todas épocas.

moriscos y tabla para transportar pan
Una panadera recibe el pan para hornear. C. Weiditz – Die trachtenbuch, 1528 – 1529

El 2 de mayo de 1616, el concejo repartió 100 fanegas de trigo al precio de 24 reales cada una entre 29 mujeres, que acudieron al pósito a recogerlo. Con él debían cocer hogazas de pan de 13 onzas de peso (unos 372 g), para después ponerlas a la venta. Se añadió un listado con los nombres de dichas mujeres, aunque algunas figuran como “esposa” o “viuda de…”. Es este que sigue:

Mariana Martínez, Ana Rubia, la de Miguel Bueno, la viuda de Miguel Ruiz, Juana de Córdoba, Mari Murcia, Ana Martínez, Isabel de Alpera, Inés Ruana, la “Vizcaína”, la de Hernán Pérez, Cata Galiana, la de Andrés Gómez, la de Alarte, la de Montañuela, la de Jerónimo Tomás, la de Martin Herrero, Isabel de Molina, la de Juan Martínez, Isabel Gómez, Isabel Morena, la viuda de Martín Serrano, la viuda de Andrés Medina, la de Bartolomé López Preciado, María de Pina, Isabel de León, la viuda de Lucas Galiano, Isabel Herrera, y Rafaela Pérez.

25 panaderas 1616
Cabildo del concejo de 2 de mayo de 1616. En el margen izquierdo se lee: «Nombramiento de panaderas / 25 panaderas».

Son constantes las relaciones de este tipo en aquellos años. Otro ejemplo es del 26 de agosto de 1695, en que el concejo volvía a entregar trigo del pósito a las panaderas, cuyos nombres en aquella ocasión fueron Ana González, Catalina Muñoz, Isabel López, María Sánchez Fernández, Gerónima Gómez, María Hurtado, Juana Cerdán y Catalina de Soria.

Sirvan estas líneas para reconocer y rescatar la figura de aquellas mujeres humildes que, con su trabajo, alimentaron a numerosas generaciones de almanseños y almanseñas.

Deja un comentario